Prólogos, dedicatorias y un primer libro en el mercado: #SoyPeriodista (CEU Ediciones, 2019)


Tal y como afirma Pedro Sánchez en el prólogo de Manual de resistencia (Península, 2019), entre los mandatarios europeos «no resulta frecuente (…) publicar sus memorias al acceder al cargo de primer ministro». Por su parte, lo normal es esperar un par de años, hasta haber perdido casi todos los apoyos y tener, así, algo que contarle al público; pero no se crean ustedes que esto sólo ocurre allí.

Normalmente, para que un profesional logre publicar unas memorias, o cualquier otra obra de carácter retrospectivo (e introspectivo), es indispensable haber estado durante una buena temporada en la primera línea de fuego. Ya me entienden: si eres cocinero, haber estado al cargo de un restaurante de renombre; si eres cantante, haber llenado el Bernabéu; si eres periodista, haber llegado a director. «Y, sin embargo, estas memorias concluyen justo cuando fui elegido presidente del Gobierno», nos dice Sánchez; admitiendo su descaro y generando expectación. Y, claro, si Pedro Sánchez pudo hacerlo, ¿a nosotros quién nos lo iba a impedir? Me explico:

Resulta que hace unas semanas salió de imprenta un libro maravilloso. Se llama #SoyPeriodista (CEU Ediciones, 2019) y está escrito a cuatro manos por dos profesores de la Universidad CEU San Pablo de Madrid (Mario Alcudia y Esther Cervera), una ex alumna (Elena Ramos) y un servidor (que todavía sigue estudiando). En él se recogen 16 encuentros con diversos periodistas de la talla de Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo, Carlos Alsina o Jorge Bustos; y, a pesar de las diferencias con el contenido –a todas luces recomendable-, también podría aplicársele -en algún sentido- el prólogo de Manual de resistencia. A fin de cuentas, ¿qué clase de persona, sin ser el presidente del Gobierno, tendría la desfachatez de publicar un libro con el título de #SoyPeriodista sin haber, siquiera, terminado la carrera? A priori, a un descerebrado; pero, antes de responder, deberíamos preguntarnos: ¿Qué significa, realmente, ser periodista?

En su libro Zona de obras (Círculo de Tiza, 2014), la periodista argentina Leila Guerriero trata de explicarlo de la siguiente manera (también en el prólogo): «Soy periodista. Durante mucho tiempo pensé que la tarea de un periodista consistía, sobre todo, en ir, ver, volver y contar. Después (…) además de ser alguien cuyo oficio consiste en ir, ver, volver y contar [me di cuenta de que el periodista es alguien que también] se pregunta por qué hace lo que hace, cómo hace lo que hace y para qué hace lo que hace». Y creo que, precisamente, eso es lo que hemos intentado hacer con esta recopilación de entrevistas (originalmente radiofónicas y emitidas en el programa Apaga y Vámonos’, de ONCEULAB). No en balde, cada una de las 16 conversaciones trata sobre eso: por qué, cómo y para qué nos hemos hecho periodistas. O, en mi caso (y también en el del resto, aunque resulte menos evidente), por qué seguimos soñando y luchando para serlo.

En esa búsqueda constante por encontrar el camino, han sido varios los profesionales que se han atrevido a darnos indicaciones. Por ejemplo, Ángel Expósito (COPE) defiende su trabajo porque le llena «dar voz a los que habitualmente no tienen». Nacho Abad (Antena 3) nos dice que, «en el periodismo, el compromiso con la sociedad implica ser valientes». Sonsoles Ónega (Telecinco) recuerda el consejo que le dio su padre en su momento: «sed muy honrados con vosotros mismos». Y Jorge Bustos (El Mundo) nos invita a pasearnos por cualquier redacción para darnos cuenta de que «el periodista es agresivo por naturaleza (…), y el que no sepa resistir es mejor que no busque la primera línea».

Con Bustos, precisamente, la historia viene de lejos. Al fin y al cabo, no han sido pocas las veces en las que lo he asaltado por la calle, o en la Feria del Libro de Madrid, para pedirle algún consejo. O algún autógrafo. De hecho, la última vez que fui a verlo a una de las casetas del Retiro le dije: «Por favor, ponme una dedicatoria de las tuyas; que, cuando en la carrera me da un momento de bajón, suelo acudir a ellas». Y así lo hizo: «Para Alfonso, que prueba la fortaleza de su vocación volviendo a la Feria y cultivándose con los autores que harán de él –estoy seguro- el reemplazo del oficio».

En esencia, eso es también lo que hemos intentado hacer con #SoyPeriodista: aprender de los autores (y comunicadores) que harán de nosotros el reemplazo de la profesión. Como dice Iñaki Gabilondo en el libro, «nuestra batalla fue otra, y esta batalla es la vuestra», y no hay otra manera de afrontarla que «con mucha perseverancia y con una extraordinaria decencia profesional».

Desde luego, sin tener todavía el título de periodista, habiendo probado superficialmente –nada más- lo que se hace en una emisora de radio y en una redacción, no he podido tener mejor comienzo; con un primer libro en el mercado y acompañado, a lo largo de toda esta aventura, por los mejores compañeros de viaje que uno hubiese podido imaginar. Así que, al contrario de lo que le ocurrió a Leila Guerriero, una vez he conseguido averiguar –gracias a la inestimable ayuda de los 16 entrevistados, los dos magníficos profesores que capitanearon este proyecto, y todos los compañeros de ONCEULAB- por qué, cómo y para qué se hace periodismo, sólo queda «ir, ver, volver y contar». Y, entremedias, leer los testimonios de #SoyPeriodista, claro. Para que algún día -quién sabe- el protagonista pueda ser yo. O tú. O cualquier otro entusiasta.

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Portada, contraportada y solapas del libro #SoyPeriodista (16 encuentros con periodistas), de CEU Ediciones.

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