Hace unas semanas, el periodista Félix Población escribía para Público.es un breve artículo titulado «Felipe VI no dijo Podemos», en el que se preguntaba si la ausencia de la primera persona de plural del verbo poder a lo largo del Mensaje de Navidad suponía un cambio estructural a la hora de confeccionar los discursos políticos de este nuevo año, marcado por la aparición de nuevas fuerzas políticas. Su capacidad de observación, simbólica y detallista, lograba aislar un hecho que ni siquiera llegó a producirse, como era pronunciar la forma verbal «podemos», del resto del contenido expuesto por Su Majestad el Rey.
Hay otras situaciones, sin embargo, que no pueden aislarse tan fácilmente entre sí. El atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo del pasado 7 de enero, por ejemplo, contiene un sinfín de matices ideológicos, religiosos y sociales que, después de la masacre, se muestran inseparables. Sigue leyendo